Luego nos dimos cuenta de todo, de que ese verano en realidad fuiste mío, de que mi vida estaba a tu nombre, pero como suele pasar nos dimos cuenta tarde.

viernes, 22 de junio de 2012

Y esque mi cama huele a tí.



Sin embargo, no olvido por qué me fuí tan lejos de su cuerpo. Ni el ron ha conseguido que lo olvide, pero el resto continúa estando en aquella costura de mi cuerpo que sólo yo conozco y sólo yo puedo descoser si quiero que los sentimientos se me peguen en la piel. Como estos lunares que tiempo atrás contabas por las noches, como si fueran ovejas, para conciliar el sueño. Lo olvido todo, y empiezo a recordar cosas nuevas, recuerdo tu voz nocturna en un susurro, tu risa, cuando escuchas mi acento. Nuestros viajes astrales con la mente. te recuerdo a tí, a tu perfume de miel, a tí.