Luego nos dimos cuenta de todo, de que ese verano en realidad fuiste mío, de que mi vida estaba a tu nombre, pero como suele pasar nos dimos cuenta tarde.

martes, 23 de abril de 2013

Sin mirar atrás.

Miras alrededor. Nada. Te quedaste sola. No puedes llegar a creer que estés en esa situación  pero sí, ha ocurrido, todo ha acabado y ahora ni siquiera sabes cómo empezar.
Es fácil cuando te dicen que con un paso tras otro marcas tu camino, tu destino, pero en realidad no es así. Si tus pasos no son certeros el camino, tarde o temprano, se tuerce. No quieres que esto ocurra, ya has sufrido bastante. Es preferible trazar una curva si con ello te evitas el dolor y la angustia. Aunque tu camino sea más largo, encontrarás menos obstáculos en el.

Y entonces es cuando piensas en mirar hacia el pasado y pensar en lo que dejas atrás, por una simple tontería. Lloras, y tus frías lágrimas te hacen reflexionar: ''lo hice y ahora tengo que aceptar mi error''.
Pronuncias esas palabras con poca seguridad pero con la suficiente como para no volver a gritarte y pensar, mirar, lo que queda atrás.
Un, dos, tres. . . empiezas despacio mirando siempre al frente y avanzando hacia arriba.
Sabes que el destino te tendrá algo reservado. Sabes que no todo siempre es malo, que hay esperanza, que puedes superarlo. Lo que dejaste atrás ahora forma parte de un pasado muy lejano, porque sin darte cuenta llevas años y años caminando, años y años construyendo tu camino, paso a paso, tu futuro. Ya no hay nada que te detenga, porque ya no quieres parar. Tu sueño te espera: avanza, sigue y lógralo.

Un día más, es un día menos...

Siempre seremos de aquellos impacientes que no soportan las esperas, de los que buscan reencuentros y desean que el mundo se pare con tal de no darle paso a las despedidas. Siempre cogeré el primer tren para regresar en el último, me llevaré tus besos en mi maleta junto con una foto de la sonrisa más bonita que jamás ví y guardaré mi billete en aquella caja roja donde se esconden comienzos para recordarlos cuando apenas tenga recuerdos.Se que de tanto soñar acabaremos por dejar de contar las veces que hemos perdido, pero de algo tendremos que vivir mientras la vida llega.Tenemos más sueños que años vividos y el doble de tiempo por vivir, pero contar noches y tachar números en el calendario no hará que la vida se pase más deprisa.