No elegí este mundo, pero aprendí a querer.

He dejado de corregirme cada dos por tres, vuelvo a las andadas, a volver a estudiar con los libros cerrados, a llegar borracha a casa, ya no hay perro que me ladre, ni zorras que me hagan llorar, estoy hasta los cojones de la gente sin vida propia, de tu mierda de mentiras, de las putas matemáticas, del sol que no deja de salir después de cada noche que no quiero que acabe, me dibujo la sonrisa todas las mañanas... Me he dado cuenta de que la madured no entiende de edad, y la envidia no tiene límite, que un dia te quieren y al siguiente te odian, Sí, pero todo eso te afectará mucho menos siempre y cuando sepas que no existen comentarios tontos, si no tontos que comentan.
QUE DIOS REPARTA SUERTE, PORQUE COMO REPARTA JUSTICIA, VAIS TODOS LISTOS.