Luego nos dimos cuenta de todo, de que ese verano en realidad fuiste mío, de que mi vida estaba a tu nombre, pero como suele pasar nos dimos cuenta tarde.

martes, 3 de abril de 2012

Basta de apariencias, hoy toca hablar de sentimientos.

 Sentimientos que sabes que están ahí, pero no te atreves a ponerles nombre. Como si ignorándolos fueran a volver a la oscuridad, maldita ingenua. La vida te enseñó que no es posible esconder lo que sientes por mucho tiempo, que tarde o temprano todo sale a la luz. Por eso hoy lo escribo, para organizar mi mente alocada. Puede que no sirva de nada, pero el ruido de mis dedos al golpear el teclado de manera incesante junto a la música que suena en mis oídos me ayuda a pensar. Me relaja, dejo de ser yo para ser parte de las palabras, de esas que nos atrapan y no nos dejan continuar hasta que no las hemos desenredado y les hemos dado una forma, una historia, un sentido, todos buscamos nuestro sentido, hasta las palabras. Puede que sobre todo las palabras.
Sentimientos. Que putada esto de sentir ¿no?.

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